lunes, 27 de junio de 2016

Destellos y apagones de David Fernández Pastor

Y bien sabe el nigromante
que mil veces prefiero soportar
la tempestad y sus furias
antes que calma y soledad.
Prefiero vivir un solo instante
a morir una eternidad

(De "La danza de la lluvia")


Este ha sido sin duda un curso extraordinario en nuestro instituto, porque además de Helena Santolaya, hemos compartido día a día con David Fernández Pastor, jovencísimo profesor de Filosofía y escritor, al que tenemos que agradecer que su libro de poemas y microrrelatos "Canciones de destellos y apagones" (Siníndice, 2015) esté disponible para todos vosotros en las estanterías de nuestra Biblioteca.

Se trata de un libro delicado e intimista, lleno de símbolos (algunos con resonancias literarias y culturales) que desgranan la soledad, las frustraciones, los imposibles, los sueños, los desafíos vitales, el amor... Podéis leer una reseña en la página de la Editorial Siníndice.

Pero como no hay mejor muestra que los botones, aquí os dejo unos cuantos fragmentos de sus poemas, y un precioso microrrelato, "Pajarito". Si queréis más, ya sabéis, a bucear en las páginas de "Canciones de destellos y apagones".


Ojalá hubiera un portal
donde resguardarme a tu lado

(De "La última tormenta")



Quiero morir, pero no puedo.
Quiero vivir, pero no sé.
Sólo puedo mirar al suelo
y llorar frente a la pared.

(De "La vida en cera")

Y de mi tumba haré un castillo.
Y de mi castillo un desierto.
Seguiré cortejando a la Luna
para no sentirme tan muerto.

De "¡Luna, mírame!"

Pero pronto, antes del alba
vino el súbito sudor.
Doloroso desconcierto
buscándote en la oscuridad.
Y no te encontraba.
Ni te encontraré jamás.

Anoche soñé con tu beso
el que nunca me darás.

(De "Anoche")

Haré la maleta deprisa.
Un lapicero, un cuaderno,
mi corazón.

Esta es mi ocasión.
Ya es la una.
Voy a por ti, Luna.

(De "1 a.m")


Con el otoño vendrá el marrón soledad
y se irán las flores del ensueño.
Ahora sí,
no hay marcha atrás.
Aprieto los puños y frunzo el ceño.
Se extinguieron las hadas.
Murió la luna.
Tantas veces abrí la puerta 
y no quiso entrar ninguna...

La suerte que un día me guiñó el ojo
se ha convertido en una vieja tuerta.

(De "La última tormenta")



Fuera de sitio
o sin sitio siquiera
me mantengo de pie parado
escoltando la ponchera.
Harto de mi antifaz.
Harto del de cualquiera.

Telaraña comunal
descomunalmente tejida
con el permiso de todos
a costa de nuestras vidas.

Ya no aguanto esta canción
ni este falso estandarte.
Adiós a la máscara, amigos.
Me voy con mi música a otra parte.

(De "Baile de máscaras")



Pajarito

Lo deseaba por encima de todas las cosas.
Su corazón lo ansiaba. Su alma lo pedía.
Un buen día, se armó de valor y decidió lanzarse al vacío.
Pero se encontró con que alguien había colocado una red.
Nunca supo si realmente podía volar.


Mil gracias, David. 
Ha sido una suerte enorme tenerte con nosotros.

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