Crónica por la coordinadora de nuestro Club de Lectura, Lola Guerrero
El pasado 7 de noviembre el diván”viajó” a La Fenice, la maravillosa ópera de Venecia, para disfrutar del libro “Muerte en La Fenice” de la escritora norteamericana Donna Leon.
Donna Leon (Lecturalia)
Escritora americana, Donna Leon nació el 29 de septiembre de 1943 en la ciudad de Nueva Jersey. Está considerada una de las grandes damas de la novela criminal actual.
Afincada en la ciudad de Venecia desde el año 1981, es allí donde ha situado el escenario para su serie de novelas protagonizadas por el comisario Brunetti, en las que la ciudad acaba por convertirse siempre en uno más de los personajes.
Gran apasionada de la ópera y la música barroca, Leon participa en una compañía amateur. Este gran interés por la música se ve reflejado en varias de sus novelas.
Curiosamente, Leon no ha sido publicada en Italia, donde, por elección personal, prefiere seguir siendo una persona poco conocida y vivir en un cierto anonimato.
De gran éxito en Alemania, allí se ha producido una serie de televisión basada en los personajes creados por Donna Leon. Entre los premios que ha recibido la autora, podríamos destacar el CWA o el Silver Dagger.
Nuestra compañera de tertulia la profesora de francés Beatriz Pascual, fan fan fan de la novela negra, nos expuso su visión personal de este género literario hablándonos de escritores europeos, sus personajes, características, diferencias entre el norte y el sur… una delicia escucharla.
Beatriz tuvo la gentileza de escribir lo que nos contó:
“Novela negra actual- Una visión personal del tema
Los últimos años hemos asistido a un boom de la novela negra, sobretodo de los autores escandinavos. Sin embargo, hay muchos autores en Europa que se dedican al género negro y es interesante compararlos y ver como tratan los temas clásicos de la novela negra (amor, dinero o poder). Los autores contemporáneos describen crímenes relacionados con temas de actualidad como el medio ambiente, la emigración ilegal, el contrabando de diamantes, la trata de mujeres…pero en el fondo, los asesinos siempre lo hacen por dinero o por amor/sexo. Y, a lo largo de sus novelas, la región donde se desarrollan las tramas, muchas veces, adquiere protagonismo y sirve para diseccionar las sociedades actuales.
Es lo que ocurre con las novelas de Henning Mankell, uno de los autores suecos más famosos del momento. Su inspector Kurt Ballander, es un policía que vive solo, divorciado con una hija, que no tiene vida personal. Se dedica a investigar crímenes todas las horas del día. Vive en Escania, en el sur de Suecia, y hace frente a asesinos en serie, tema frecuente en las novelas americanas. A través de sus historias, el autor destroza la idea que teníamos sobre la sociedad justa e igualitaria de los países escandinavos y el derrumbe del estado de bienestar, y habla de temas como el racismo, la violencia de género, el terrorismo islamista, etc.
En lengua francesa, adoro al belga George Simenon, autor de muchísimas novelas cuyo protagonista es también un funcionario de policía, en este caso de la policía judicial de Paris, el inspector Maigret. A lo largo de sus novelas, el autor retrata a la sociedad francesa del siglo XX, una sociedad clasista, aburguesada, hipócrita, donde se podía cometer un asesinato para recibir una herencia minúscula o por una barra de pan. Su prosa es muy sencilla pero es capaz de recrear los espacios como si fuera un cuadro. Nuestro inspector Maigret es un hombre de origen humilde, casado, muy taciturno, que hace preguntas y que va desvelando las capas de mentira de esa sociedad.
A diferencia de Simenon, la autora francesa Fred Vargas (Premio Princesa de Asturias 2018), se aleja de la realidad diseñando unos personajes totalmente extravagantes y divertidos, con unos crímenes a veces muy sangrientos pero con un sentido del humor tan negro que mueve a la sonrisa. Su personaje estrella es el comisario Adamsberg y si hasta ahora he hablado de personajes que trabajan más o menos solos, aquí el compañero de Adamsberg es el capitán Danglard. Uno idealista, otro realista, su relación de trabajo y de amistad tiene altibajos y da lugar a diálogos muy rápidos y a momentos muy divertidos.
Finalmente, voy a presentaros a autores del sur de Europa que tienen muchos puntos en común, tanto en los temas tratados como en sus personajes. De Grecia, quiero nombraros a Petros Márkaris, cuyo personaje, el comisario de policía Kostas Jaritos se parece a nuestro comisario Brunetti. Es un funcionario con una vida familiar estable, disfruta de la comida y sufre de los problemas de vivir en una gran urbe como Atenas. Le gusta consultar el diccionario, es una de sus pasiones. El autor presenta a una sociedad atenazada por la crisis económica de los últimos años y no ahorra críticas en sus novelas a la Europa de los bancos.
De los autores españoles, he escogido a dos escritores totalmente diferentes: un clásico del siglo XX, Manuel Vázquez Montalbán, y una escritora actual, Alicia Giménez Bartlett.
Vázquez Montalbán crea el personaje del investigador privado Pepe Carvalho a semejanza de las novelas americanas, fruto de los años vividos en Estados Unidos. La primera novela en la que aparece este personaje es Yo maté a Kennedy (1972). Con ayuda de personajes marginales de Barcelona, presenta una sociedad de contrastes (la burguesía y las clases trabajadoras, los obreros y los empresarios, el tardofranquismo y el partido comunista) y sobre todo, la ciudad como espacio mestizo. A su protagonista el gusta cocinar y disfrutar de los placeres de la vida como hombre mediterráneo a semejanza de nuestro autor.
En cambio, la protagonista de las novelas de Alicia Giménez Bartlett es la inspectora de la policía nacional Petra Delicada acompañada del sargento Fermín Garzón. Son dos personajes antagónicos. Petra es cuarentona, divorciada dos veces, moderna, protestona, sarcástica; Fermín es somarda, chapado a la antigua, un policía de toda la vida, no acostumbrado a trabajar a las ordenes de una mujer. Los dos tendrán que superar sus prejuicios para trabajar juntos, dando lugar a unos diálogos divertidísimo.
De Donna Leon hablaremos en la tertulia más ampliamente, pero me gustaría señalar que parece muy interesante leer a una escritora americana, que sitúa sus novelas en la Venecia más cotidiana, alejada de los turistas. Recrea Italia como si hubiera nacido allí. Y además, ha prohibido la traducción al italiano de sus novelas para preservar su intimidad. Su protagonista, el comisario Guido Brunetti, es un hombre de familia, funcionario, que disfruta de las cosas sencillas de la vida como la cocina italiana, el café, los paseos y sobre todo, disfruta de su ciudad, Venecia.
Este personaje se parece al descrito en las novelas de Andrea Camilleri, el comisario Montalbano. Si en las novelas de Bruneti, la ciudad de Venecia es casi otro personaje, el territorio del comisario Montalbano es Sicilia. Ambos autores muestran el apego a su tierra, aman los dialectos como el venciano y el siciliano, la comida es casi un rito y muestran como las investigaciones avanzan gracias a las entrevistas con vecinos que han visto, han oído o que conocen rumores que corren por ahí. Son investigaciones basadas en las relaciones personales (quién conoce a quién) más que en pruebas científicas tipo series americanas.
Andrea Camilleri admiraba a Vázquez Montalbán así que como homenaje a su amigo, bautizó a su personaje con el nombre Montalbano.”
Después de esta completísima exposición de libros, personajes y escritores comenzamos la tertulia de “Muerte en la Fenice”.
La novela comienza con la misteriosa muerte del genial director de orquesta mundialmente conocido Helmut Wellauer en un camerino del teatro veneciano La Fenice. El caso lo investigará el comisario Guido Brunetti.
Hablamos de que la novela engancha desde la primera página es de fácil lectura, con unas descripciones muy buenas, define a los personajes con sensibilidad, la violencia que encontramos en sus páginas es blanca, quizá un buen libro para iniciarse a la lectura los jóvenes.
La novela retrata Venecia, sus calles , sus canales, sus plazas, los lugares turísticos, los más bellos y también nos muestra los menos agradables, los sórdidos, describiéndolos tan bien que en algún momento se ponen los vellos de punta del frio que trasmite esta narración.
También es una crítica social, no todo el mundo es lo que aparenta.
Nos llamó la atención la familia del comisario Brunetti, su familia política de la alta sociedad de la élite de las finanzas parece que contrasta con el origen humilde de él y sin embargo funciona muy bien.
Lo que más sorprendió al grupo fue el final tan humanista de la novela, el mejor final posible.
Comentamos que al acabar el libro queda la sensación de haber visto una película.
En definitiva la novela está muy bien se disfruta y sorprende al lector, y claro, no se puede contar más porque podría desvelar algún dato de la investigación y no es plan, asi que…hay que leerla.
Os dejo un enlace del tráiler de la serie :
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